Toda forma es un gesto, una cifra, un enigma;
en cada átomo existe un incógnito estigma;
cada hoja de cada árbol canta un propio cantar
y hay un alma en cada una de las gotas del mar.
Rubén Darío
Inés 2011
A pesar de que es un violonchelo (masculino) su nombre es Inés y desde el inicio de su construcción, eligiendo en primer lugar el modelo, no puede más que referirme a este instrumento en femenino, así es que me referiré a él por su nombre, Inés.
Su construcción fue inspirada en el cello Munck 1730 de Antoni Stradivari. Es un modelo muy elegante de aspecto delgado y acinturado, lo cual lo hace un instrumento cómodo sobre todo en las posiciones altas.
Las partes que la conforman han pasado ya varias décadas de existencia y vienen de diversas partes del mundo. El maple de Suiza, el abeto de Italia y el ébano de África. Inés, pues, en otras formas, ha vivido ya en muchas partes desde hace ya varios años y ahora en el año 2011 culmina su metamorfosis y es un violonchelo de un sonido cálido y equilibrado que en manos del músico para quien fue especialmente construida, Gustavo Martín, seguirá evolucionando.
Inés está en un proceso vital. Hasta aquí el trabajo del luthier terminó. Ahora es el trabajo del músico, que con sus manos, las vibraciones que crea y su contacto con el instrumento a través de las digitaciones, la respiración, el peso del arco, contribuirá a construir el sonido de Inés y finalmente la acompañará para crear y comunicar lo que le está destinado: la música.
Inés 2011
Though this is a cello (male), its name is Inés. When I started constructing it I chose, in first place, the model I would follow, and I could not help talking about it as a female. Therefore, I will refer to it by its name: Inés.
Inés's construction was inspired by Munck 1730 cello by Antoni Stradivari. It is a very elegant model, slim and with a marked waist, which makes it a comfortable instrument, particularly in high positions.
Her parts are decades old and come from around the world: maple from Switzerland; spruce from Italy; and ebony from Africa. Inés, in a certain way, has lived in many places before, and now, in 2011, her metamorphosis comes to an end, becoming a violoncello with a warm and balanced sound which shall continue to evolve in the hands of the musician for whom it was made: Gustavo Martín.
Inés is in a crucial moment of her existence. The luthier's work has been completed. Now, the musician, with his hands, vibrations and contact with the instrument through fingerings, breathing, and weight of the bow, shall contribute to build Inés's sound to create, communicate and accomplish her ultimate goal: music.